
La Fundación Everis acaba de publicar el Informe: Transforma Talento. Un informe que, a partir de una metodología basada en la Inteligencia colectiva (como se dice en el preámbulo del Informe: «se ha cimentado sobre la contribución de visiones, propuestas, energías y entusiasmos de muchas personas»), dibuja el panorama de España como sociedad del talento, diagnostica las debilidades y fortalezas de nuestra sociedad, de nuestro mercado de trabajo, de nuestra educación… en relación a la promoción del talento personal, profesional y social, y además, y muy importante, propone una hoja de ruta para poder construir, entre todos, un verdadero ecosistema del talento.
Desde nuestra visión educativa nos han interesado mucho algunas reflexiones y propuestas del Informe:
1. FASE DE DIAGNÓSIS: ESTADO ACTUAL DEL TALENTO EN ESPAÑA
Las personas y su talento son lo más valioso que tenemos como país. Talento que, como hemos repetido tantas veces, tenemos todos y que se puede definir como:
Pero de nada nos sirvenel talentos «latente» sino que el talento valioso es el TALENTO REALIZADO: « Sólo aportan valor los talentos cuando se REALIZAN , es decir, cuando son aprovechados al servicio de la persona que los tiene y de la sociedad en la que ésta vive […] Un talento no realizado es un sueño frustrado para la persona que lo tiene y una oportunidad perdida para la sociedad en la que ésta desarrolla su actividad».
Por otra parte, lo relevante para crear una sociedad del talento no es EL talento sino LOS talentos, esto es, la combinación única que construimos entre todos a partir de la diversidad de perfiles multidisciplinares.
Como dice el Informe: » Para que una sociedad se sustente intensiva y crecientemente en el talento, debe cumplir tres condiciones básicas:
1. Tener como profesiones más admiradas y como referentes sociales a aquellos que son clave para el talento (profesores, gestores públicos, emprendedores, científicos, innovadores en el mundo del arte y la cultura, etc…)
2. Brillar en los valores que son esenciales para los talentos (y entre ellos en particular a la transparencia, al respeto y a la igualdad de oportunidades)
3. Promover y facilitar el desarrollo personal y social de los talentos.
La conclusión desalentandora del análisis revela que, en España, fallamos en estas tres condiciones, nos queda un largo camino para configurarnos como sociedad del talento.
Pero, lejos de desmoralizarnos, continuaremos en próximas entradas con propuestas para ir construyendo un ecosistema educativo del talento.