Barbara Fredrickson es una de las más importantes investigadoras en el campo de la psicología positiva. Su equipo, perteneciente a la Universidad de North Carolina, se dedica a estudiar las emociones positivas y cómo éstas afectan al comportamiento, pensamiento y a las reacciones psicológicas de las personas; algunas de las conclusiones más decisivas de su labor investigadora han demostrado que las emociones positivas pueden acumularse y transformar la vida de las personas mejorándola.
En 1998, la doctora Fredrickson elaboró la teoría denominada Broaden and Build Theory of Positive Emotions, que explica la función que cumplen las emociones positivas (en contraposición con la función que se le atribuye a las negativas). Según este modelo hay tres efectos de las emociones positivas:
- Ampliación: las emociones positivas amplían las tendencias de nuestro pensamiento y nuestra acción.
- Construcción: a causa de esta fase de «ampliación», se favorece en la persona la construcción de recursos personales para afrontar situaciones difíciles o problemáticas.
- Transformación: las dos fases anteriores producen la transformación de la persona: se torna más creativa, muestra un conocimiento más profundo de las situaciones, es más resistente a las dificultades y se integra mejor socialmente,
Por último, y como consecuencia del proceso anterior, se produce en la persona una «espiral ascendente», que le lleva a experimentar nuevas emociones positivas.
Según la visión de Fredrickson, tener la capacidad de generar emociones positivas, nos posibilita tener más y mejores recursos de pensamiento y acción, nos ofrece la oportunidad de pensar de modo flexible sobre lo que podemos y debemos hacer frente a situaciones de incertidumbre, y todo ello nos conduce a construir nuevos y más variados repertorios de respuesta. En definitiva, las emociones positivas nos permiten elaborar soluciones más creativas ante las dificultades, y nos facilitan la creación de nuevas experiencias y de redes sociales más complejas y firmes.
1 de febrero de 2013 en 21:53
Interesante estudio y muy buen desarrollo del tema, como siempre Isabel, ayudándonos a comprender diferentes facetas de nuestra capacidad emocional y aprender a emplearla.