La ventana de Johari es una propuesta de dos psicólogos norteamericanos, Joseph Luft y Harry Ingham, que se ha utilizado para dinámicas de autoconocimiento y de desarrollo de habilidades. Sin tener como objetivo analizar en profundidad en qué consiste, voy a proponeros que os asoméis a ella, pues nos va a ser muy útil para para nuestro propósito de emprender una verdadera educación emocional y social.
Voy a apoyarme en la interpretación que sobre ella hace mi querido Fernando Moreno Muguruza, un maestro y guía, una persona que me marcó y me abrió nuevos horizontes…en su estupendo libro Comunicarse para ser feliz .
Este esquema que aparece en su libro (figura 2, p.13) nos va a aclarar de qué estamos hablando:
El uno_ o cuadrante abierto_ es el mundo de lo conocido, de lo que pensamos, de nuestras ideas, el mundo donde reside el conocimiento: una persona dando un discurso sobre alguna tema que domina, un profesor explicando la materia….todos ellos hablan desde el uno. Es un mundo impersonal, que fundamentalmente «nos informa».
El dos_ o cuadrante oculto_ es el mundo de lo sentido, de nuestras sensaciones, sentimientos, deseos y frustraciones…Como dice Muguruza «en el dos está el noventa por ciento de las cosas más importantes de la persona humana, para su felicidad» (p.15). El dos nos informa de cómo estamos (aunque no sepamos explicar con nuestro uno de qué se trata), nos sirve de guía cognitivo. Hablar desde el dos, esto es compartir lo que sentimos, nos ofrece la oportunidad de establecer vínculos más profundos, vínculos verdaderamente personales.
El tres_o cuadrante ciego_es el mundo de lo desconcertante, es aquella parte de mí que los demás conocen y yo no conozco. Es la impresión que causamos a los demás (y que muchas veces no coincide con el concepto que tenemos de nosotros mismos). Por ejemplo, un profesor que se cree «muy gracioso» y sus alumnos no lo tienen como tal…
El cuatro_o cuadrante desconocido_ es el mundo de lo desconocido, ni yo ni los demás lo conocemos. Sería el llamado «inconsciente», las sensaciones que no conozco ni puedo recordar pero que están ahí y a veces, se manifiestan en nuestros sueños y explican algunas de nuestras conductas.
Y…¿ por qué contamos todo esto ?
Como os decía al principio, aproximarnos a la ventana de Johari nos sirve para subrayar la importancia del mundo de las emociones y sentimientos, nos sirve a nosotros, padres y docentes, para emprender el viaje hacia nosotros mismos y así facilitarlo a nuestros hijos-alumnos. Nos sirve para volver a subrayar que en las emociones, en «el dos» está la clave de nuestra felicidad. Porque nos permite conectar con nosotros de un modo positivo, porque regulándolo adecuadamente nos permite mejorar, por ejemplo, nuestro aprendizaje y porque también nos permite conocer al otro, aprender a sentir lo que siente el otro y enriquecer nuestra relación con los demás, en la familia y en el cole.
Nuestro dos no lo conocemos y, además, lo tememos:
No nos conocemos: no nos contamos lo que sentimos ni lo sabemos interpretar, a veces tememos reñirnos por lo que sentimos. Podemos conocer, porque hemos leído libros y manuales, cómo somos, pero eso es conocer el dos desde el uno…se trata de confesarnos cuáles son relamente nuestros sentimientos. Los sentimientos tienen además «mala prensa», se asocian con algo «ñoño» o cursi… preguntaros, por ejemplo, cuántas veces se habla de ellos?. Por otra parte, al dos lo tememos: no tenemos tiempo, no nos apetece y nos da miedo conectar con nosotros y con los demás desde nuestros sentimientos, pues nos hace vulnerables, nos expone ante los otros…
Y si es tan importante conocer el dos…. CÓMO LO HACEMOS…. pues buceando y compartiendo, pero eso se queda para otro día….