«Hoy, más que nunca la ciudad, grande o pequeña, dispone de incontables posibilidades educadoras»
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Las Ciudades Educadoras
Profundizando en la reflexión acerca de las oportunidades de educar y ser educados fuera del ámbito escolar, que planteábamos en otra entrada del blog, queremos presentaros la iniciativa Ciudades Educadoras. Se trata de un movimiento, que comenzó en los años 90, para reflexionar, planificar e impulsar proyectos que buscan educar a los ciudadanos desde la ciudad. Si bien la ciudad, con sus complejas relaciones y superposiciones de muy diversas realidades, instituciones, personas y grupos de personas, funciones, dinámicas… ofrece incontables posibilidades para educar, ninguna ciudad es esencialmente educadora, se convierte en educadora a partir de una manifiesta intencionalidad.
Por ello, desde la Carta de Ciudades Educadoras, aprobada en el I Congreso Internacional de Barcelona en 1990, se propone:
«La ciudad será educadora cuando reconozca, ejercite y desarrolle, además de sus funciones tradicionales (económica, social, política y de prestación de servicios) una función educadora, cuando asuma la intencionalidad y responsabilidad cuyo objetivo sea la formación, promoción y desarrollo de todos sus habitantes, empezando por los niños y los jóvenes».
Y es que «Educar e Invertir en Educación» se ha convertido en el gran reto del siglo XXI: una educación que atiende a la persona en su singularidad, y que, al mismo tiempo, considera que ésta es miembro de una Comunidad, y por tanto capaz de diálogo, de confrontación y de solidaridad.
A partir de las 70 ciudades que participaron en el Congreso de Barcelona, se han ido uniendo a la iniciativa muchas más, y hoy son 450 ciudades las que componen la Red de Ciudades Educadoras . Han tenido lugar, además, varios Congresos Internacionales para analizar los diferentes aspectos que sirven para conformar la función educadora de las ciudades:
En el Banco de Documentos de la AICE (Asociación Internacional de Ciudades Educadoras) podéis consular numerosas experiencias que se han puesto en práctica en ciudades de todo el mundo, y algunas actuaciones que, en forma de buenas prácticas, son experiencias innovadoras destacadas que pueden ser punto de referencia para otras ciudades.
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Hacia un sistema formativo global: Una educación des-escolarizada
F. Alfieri, pedagogo italiano y miembro de la AICE, subraya la necesidad de que la formación se convierta en una dimensión fuerte e impregnadora:
«No es suficiente con que la sociedad invoque formación, es necesario que se ponga en juego en sus diversos componentes. Por tanto, no podemos hablar sólo de escuela sino que debemos configurar la existencia de un sistema formativo global. De lo contrario, la escuela seguirá siendo una institución cerrada, que se reproduce casi exclusivamente a sí misma. […] Es necesaria una medación inteligente entre una visión totalmente centrada-en-la-escuela y un planteamiento violentamente des-escolarizador».
Para ello, Alfieri centra una sólida y decidida voluntad educativa en dos polos de acción: el Polo Territorial (familia, entes locales, asociaciones y estructuras productivas) que tiene el deber de ofrecer a niños y jóvenes una base experiencial rica, íntegra, auténtica y diversa; y el Polo Escolar (la escuela y otras organizaciones educativas similares) que tiene el deber de transformar las experiencias de vida en instrumentos culturales adecuadas a la sociedad que le rodea.
Porque el territorio educativo más abierto, más accesible e inmediato y más experiencial es LA CIUDAD, y ésta debe necesariamente mantener una relación fluida y equilibrada con la escuela, para que niños y jóvenes participen de una vida urbana que les pertenece y recuperen en la escuela la «vida real» que todavía hoy están echando de menos.